Los padres son los encargados de establecer unos vínculos que permitan satisfacer las necesidades de sus hijos/as.
En base a sus primeras relaciones sociales, los niños/as aprenderán a regular sus propias emociones.
Si el vínculo establecido es adecuado, será posible reconocer los estados emocionales de los niños/as, y por tanto, responder con mayor eficacia a sus necesidades socio-afectivas.
Tenemos que ser conscientes de que, como en todo, los padres son un modelo a imitar en la expresión de los sentimientos y las emociones.
Su estado emocional
De 0 a 6 meses
Muy relacionado con señales internas como el hambre o el sueño.
De 6 a 12 meses
Además de sus propios estados, empieza a influir las señales afectivas de su entorno.
De 1 a 2 años
Surgen los sentimientos de curiosidad, seguridad, el negativismo y el miedo, entre otros.
A partir de los 3 años
Pasa de un estado emocional más variable a uno más estable. Progresivamente le afectan menos sus propios estados y se deja influir más por los sentimientos de los demás.
Autora: Yasmina Giner Iglesies- Psicóloga en STIMULOS Atención Educativa.