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La frustración en nuestros niños

noreply • jun 11, 2014
¿Qué es la frustración?

La frustración es una vivencia emocional que aparece cuando una ilusión, un deseo, un proyecto o una necesidad no se consigue satisfacer o cumplir.

¿Cómo se puede manejar?

Para conseguir afrontar los problemas y limitaciones de manera adecuada, es necesario aprender a tolerar la frustración, a pesar de que nos incomode o moleste.

Aprender a tolerar la frustración desde pequeños permite que los niños puedan enfrentarse de forma positiva a las distintas situaciones que se les presentarán en la vida.

En la etapa infantil, los niños suelen pensar que el mundo gira a su alrededor, que lo merecen todo y que consiguen al momento lo que piden. No saben esperar porque no tienen desarrollado el concepto del tiempo ni la capacidad de pensar en los deseos y necesidades de los demás. Es entonces cuando hay que empezar a enseñar a los niños a tolerar la frustración. Si los padres siempre dan a los hijos todo aquello que piden, los pequeños no aprenderán a tolerar el malestar que provoca la frustración y a hacer frente a situaciones adversas. Por ello, en la edad adulta, seguirán sintiéndose mal cada vez que no consigan aquello que se han propuesto.

Muchas veces, los padres intentan reducir o evitar que el niño se sienta frustrado evitándole los “fracasos”, sobreprotegiéndolos, siendo más permisivos ante cualquier demanda del niño… creando situaciones en las que este siempre consigue lo que quiere y evitando que este se enfrente a situaciones negativas o frustrantes. Pero en estas situaciones no se está favoreciendo el desarrollo integral del niño como persona, ya que cuando sea adulto deberá enfrentarse a situaciones reales tanto de éxito como de fracaso.

“Existen teorías que defienden que, si no se enseña a los niños a aceptar los fracasos, es posible que desarrollen una actitud agresiva reincidente”

En general, los niños con poca tolerancia a la frustración:
  • Tienen dificultades para controlar las emociones siendo más impulsivos e impacientes. 
  • Buscan satisfacer sus necesidades de forma inmediata, por lo que, cuando deben enfrentarse a la espera o postergación de sus necesidades, pueden tener rabietas.. 
  • Son exigentes. 
  • Pueden desarrollar, con más facilidad que otros niños, cuadros de ansiedad o depresión ante conflictos o dificultades mayores. 
  • Creen que todo gira a su alrededor y que lo merecen todo, por lo que sienten cualquier límite como injusto ya que va contra sus deseos. Les cuesta comprender por qué no se les da todo lo que quieren. 
  • Tienen una baja capacidad de flexibilidad y adaptabilidad. 
  • Manifiestan una tendencia a pensar de forma radical: no hay punto intermedio. 
Técnicas para enseñar a tolerar la frustración 
  • Dar ejemplo. La actitud positiva de los padres al afrontar las situaciones es el mejor ejemplo para que los hijos aprendan a solventar sus problemas.
  • Educarle en la cultura del esfuerzo. Si se le enseña al niño que es hay que esforzarse, aprenderá que el esfuerzo es, en muchas ocasiones, la mejor vía para resolver algunos de sus fracasos.
  • No darle todo hecho. Si se le facilita todo al niño y no se le permite alcanzar sus retos por sí mismo, es difícil que pueda equivocarse y aprender de sus errores para saber cómo enfrentarse al fracaso.
  • No ceder ante sus rabietas. Las situaciones frustrantes suelen derivar en rabietas. Si los padres ceden ante ellas, el pequeño aprenderá que esa es la forma más efectiva de resolver los problemas.
  • Marcarle objetivos. Enseñar al niño a tolerar la frustración con objetivos realistas y razonables, pero sin exigirle que se enfrente a situaciones que, por su edad o madurez, sea incapaz de superar.
  • Convertir la frustración en aprendizaje. Las situaciones problemáticas son una buena oportunidad para que el niño aprenda cosas nuevas y las retenga. Así, podrá afrontar el problema por sí mismo cuando vuelva a presentarse.
  • Enseñarle a ser perseverante. La perseverancia es esencial para superar situaciones adversas. Si el niño aprende que siendo constante puede solucionar muchos de sus problemas, sabrá controlar la frustración en otras ocasiones.
Enseñarle técnicas de relajación
Enseñar a identificar el sentimiento de frustración
Enseñar al niño cuándo debe pedir ayuda
Representar papeles
Reforzar las acciones apropiadas del niño
Modificar la tarea
“De manera que….aunque la frustración forma parte de la vida y no se puede evitar, si que se puede aprender a manejarla y superarla, aumentando de esta forma la tolerancia a la misma.
Aprender a tolerar la frustración facilita que nos enfrentemos con éxito a la vida.
Por ello, cuanto antes aprendamos, mejor.”
Sabrina Martínez Torrecillas
Psicóloga en Stimulo
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Desarrollo emocionalLas primeras experiencias afectivas influirán en gran medida en el posterior desarrollo cognitivo, social y emocional de los niños/as. El desarrollo de las emociones en los seres humanos empieza incluso antes de su nacimiento, y sólo puede darse cuando existe interacción con los demás, especialmente con los principales cuidadores. Los padres son los encargados de establecer unos vínculos que permitan satisfacer las necesidades de sus hijos/as. En base a sus primeras relaciones sociales, los niños/as aprenderán a regular sus propias emociones. Si el vínculo establecido es adecuado, será posible reconocer los estados emocionales de los niños/as, y por tanto, responder con mayor eficacia a sus necesidades socio-afectivas. Tenemos que ser conscientes de que, como en todo, los padres son un modelo a imitar en la expresión de los sentimientos y las emociones.Su estado emocionalDe 0 a 6 mesesMuy relacionado con señales internas como el hambre o el sueño. De 6 a 12 mesesAdemás de sus propios estados, empieza a influir las señales afectivas de su entorno. De 1 a 2 añosSurgen los sentimientos de curiosidad, seguridad, el negativismo y el miedo, entre otros. A partir de los 3 añosPasa de un estado emocional más variable a uno más estable. Progresivamente le afectan menos sus propios estados y se deja influir más por los sentimientos de los demás.Autora: Yasmina Giner Iglesies- Psicóloga en STIMULOS Atención Educativa.
Por noreply 02 feb, 2014
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